Los grupos de ecologistas y conservacionistas siempre intentan mantener la naturaleza y su fauna en equilibrio. Si bien algunas veces cuidar el ambiente no es una tarea fácil para estos profesionales, otras veces llegan a cumplir sus expectativas con éxito. Es en este contexto que, un grupo de ecologistas ha logrado reinsertar en su ecosistema a un pequeño marsupial muy simpático: el quoll.
El nombre de este amiguito parece estar salido de una historia fantástica pero existen y son extremadamente adorables. Un grupo ecologista del Santuario de Vida Silvestre Mt Gibson, en Australia encontró unas crías de quoll occidental y enseguida fueron trasladados a su santuario en donde médicos especializados les atendieron.
La nueva población de quolls en Monte Gibson
En un comunicado, la administración del santuario Australiano comentó que la población de la especie cada día crece más. "Estamos encantados de ver que la población de Quoll occidental del Monte Gibson se ha asentado. Están mostrando signos prometedores de reproducción exitosa", informaron.
Por su parte, "Australia Wildlife Conservancy" (AWC también está poniendo sus esfuerzos para proteger a esta especie ya que los quoll son importantes para mantener el equilibrio en la naturaleza. Y es que, la especie se ha extinguido a nivel local hace algunos años y por eso es importante cuidarlos. Además, su rol en el ecosistema ayuda a controlar pequeños invertebrados, algo que se considera vital.
Estamos encantados de ver que la población de Quoll occidental del Monte Gibson se ha asentado
Desde la "AWC", también se ha anunciado que han elegido 11 individuos de estos marsupiales para agregar al proyecto de conservación. El mismo consiste en insertar quolls robustos y diversos en la población natural de el Monte Gibson.
Asimismo, expresaron que sus "esfuerzos de monitoreo posteriores a la liberación se intensificarán nuevamente para seguir los pasos de estos nuevos individuos". Sin duda, las organizaciones ecologistas están intentando reinsertar a los quolls a su hábitat natural en Australia y hasta ahora, sus avances son prometedores.