El moho no suele ser algo que llame demasiado la atención en el mundo. La primera reacción al ver este hongo suele ser la misma causada por algo repulsivo. Esto puede vincularse a su color verdoso, lo cual recuerda y señala a algo que está en descomposición. Sin embargo, si os ponéis a observar muy de cerca una placa de moho, os sorprenderá muchísimo.
El moho no parece un hongo muy simpático, pero las cosas cambian un mogollón si le dais un vistazo a una placa de Petri. Según un artículo de National Geographic, el aspecto del mismo no es lo que aparenta a simple vista. Vean primero una fotografía y recién allí decidnos qué creéis ahora de estos organismos.
El mundo alienígena de las placas de Petri
La fotógrafa rusa Daria Fedorova decidió enseñarle al mundo cómo se ve realmente el moho de cerca y el resultado ha sido increíble. "Esta imagen de un cultivo de moho y bacterias parece dibujar los coloridos paisajes de un mundo alienígena. Los organismos han sido cultivados en placas de Petri y almacenados entre 5 y 20 días", informan desde National Geographic.
"La idea se me ocurrió un día en la universidad: ¿por qué no enseñar estas criaturas microbianas invisibles en toda su caótica variedad?", comentó Daria Fedorova, quien ha cultivado por sí misma el moho.
Con respecto al proceso que usa para recolectar sus muestras, la rusa ha asegurado que puede conseguirlas casi en cualquier lugar, especialmente en espacios abiertos. Daria suele encontrarlas en "los bosques, el mar, los ríos y algunos espacios públicos, usando mi mano si es necesario para colocarlos exactamente en las placas".
"La idea se me ocurrió un día en la universidad: ¿por qué no enseñar estas criaturas microbianas invisibles?".
Sobre el mal concepto que se tiene sobre esta práctica y estos organismos, Fedorova confesó que no todo el moho huele mal. De hecho, muchas de sus placas guardadas en cajas tienden a tener olor a eucalipto y miel. ¿Podéis creerlo?