El golden retriever es una de las razas más conocidas y nobles que existen. Es conocido por ser uno de los canes más juguetones y también por morder todo aquello que se les cruce en el camino. Muy similares a los labradores pero con un pelaje más dorado, cualquiera que le tenga como mascota se ha ganado un gran compañero y amigo.
Pero, si bien todo mundo conoce al golden retriever como raza, nadie sabe cómo han sido sus orígenes. Y es que os sorprenderá muchísimo que no ha sido criado con propósitos de salud mental o compañía, algo para lo que sí se eligen en la actualidad.
Los orígenes de la mascota más sociable
El golden retriever ha sido criado en Escocia, y es que esta raza viene de los 'retriever' que significa recolectores de presas, como son las aves. Resulta que en la Britania del siglo XIX, los cazadores usaban canes para ir a buscar las aves que capturaban, por eso se tuvo en cuenta la memoria de los canes a la hora de elegirlos y entrenarlos.
Esta práctica fue idea de Sir Dudley Majoribanks, barón de Tweedmouth, un escocés aficionado a la caza. "Sir Majoribanks se propuso criar, en sus propias palabras, “la raza definitiva de retriever”: su objetivo era obtener un retriever con el pelaje y la predisposición a nadar, criado específicamente para cazar en los pantanos de Escocia", expresa "Nat Geo".
Fue así que en 1860 Sir Dudley compró un retriever de pelo liso llamado Nous, lo extraño de la mascota era su pelaje dorado, era el único entre un grupo de canes de pelaje oscuro. Nous fue el comienzo de la raza que llamamos ahora 'golden retriever', ya que, luego de varias generaciones, una pareja de perros llamados Nous II y Queenie fueron los padres de esta raza.
Solo seleccionaron los de pelaje amarillo y aunque al principio no los quisieron considerar como una raza sino como una variación de los 'retriever', más tarde terminaron aceptándolos como una nueva raza.