Los animales que viven en la tierra tienen características increíbles y asombrosas. Cada una de estas criaturas cuenta con cualidades específicas que les ayudan a sobrevivir. Ya sea el uso de su pelaje para camuflarse, su velocidad para conseguir el alimento o su aguda visión. Esta última es especial para cada especie y cada pupila tiene una forma específica, ya que esta es la encargada de regular la entrada de luz por la retina.
Las pupilas pueden ser de diferentes formas, largas, anchas, pequeñas o más grandes. Estas, aunque no lo crean, nos dan pistas sobre si un animal es un cazador o una presa. Por esto es que podréis saber mucho sobre una especie según su tipo de pupila.
Características de la pupila
Aquellos animales con pupilas grandes captan más luz y por ende, pueden ver mejor en la oscuridad. "Es por ese motivo que los animales nocturnos, o parcialmente nocturnos, suelen tener pupilas de mayor tamaño o son capaces de regular su tamaño", informa "National Geographic". Un claro ejemplo de este grupo son los gatos, que pueden achicar y agrandar sus pupilas.
"Los animales nocturnos suelen tener pupilas de mayor tamaño o son capaces de regular su tamaño".
Por otro lado, la forma de las pupilas está relacionada con el campo visual y la profundidad de campo. "En el caso de los animales con una pupila alargada, su campo visual está limitado: los que tienen la pupila horizontal tienen el campo visual limitado por arriba, mientras los que la tienen vertical tienen el campo limitado a los lados", expresa el medio mencionado anteriormente.
En cuanto a la profundidad de campo, tiene que ver con la nitidez de nuestra visión según la distancia de las cosas. Aquellas especies con pupilas verticales ven mejor las cosas que están cerca mientras que lo que está más lejos queda desenfocado. Es así que los cazadores tienen pupilas redondas o alargadas en vertical mientras que las presas las tienen alargadas en horizontal o redondas.
Algunos predadores son los felinos, los zorros, las serpientes, cocodrilos, osos, tiburones, arañas, entre muchos otros. Mientras que las presas suelen ser ciervos, herbívoros como jirafas, cebras, roedores, insectos, peces, aves, entre otros.