Puede que algunos hayan escuchado sobre el arte del feng shui o puede que no sepáis de qué va todo esto. Se trata de una práctica ancestral china basada en su cosmogonía que intenta mejorar la energía del ambiente y promover el bienestar según el lugar en donde se ubican los objetos de la casa. Y si sois fans de los cactus, el feng shui también tiene sus reglas sobre en dónde ubicarlos y en dónde no debéis ponerlos nunca.
Los cactus son muy fáciles de cuidar y por esto son la planta favorita de muchas personas. Son ideales para decorar cualquier tipo de ambiente ya que aporta vitalidad en la habitación y no necesita ser regado todo el tiempo. Sin embargo, según las leyes del feng shui, nunca debéis poner un cactus en vuestra puerta de entrada.
Nunca pongas un cactus en la entrada
Si creéis en el feng shui, este arte chino ancestral dice que poner un cactus en tu puerta os traerá mala suerte y energía negativa a vuestro hogar. Al parecer, esta planta en la entrada atraería todo lo malo y lo dejaría ingresar a la casa sin problemas.
"Un cactus en sí, representa peligro por las espinas, es decir, un animal pequeño como un perro o un gato puede resultar herido. También alguien que tenga la piel descubierta o, incluso, son prendas ligeras", informan desde "Ad Magazine".
Además, estas plantas no requieren muchos cuidados, ya que su hábitat natural son las zonas áridas, de mucho calor y con poca agua. Por eso es que en el feng shui se vincula al cactus con la supervivencia, ya que la poca agua que absorben la guardan como una reserva para usarla cuando la necesiten.
"Un cactus en sí representa peligro por las espinas".
¿Qué plantas poner en la entrada?
Así que, pasad de los cactus y en vez de eso elegir otro tipo de plantas. Según el feng shui, la entrada de vuestra casa tiene que tener vitalidad y plantas alegres. Podéis poner un jazmín, lavanda, la planta de dinero, árbol de jade, o la hoya kerrii.