Miércoles 14 de Febrero 2024
YATES

Los yates más caros de los famosos que cuestan millones

Conoce las embarcaciones de lujo.

Fuente: (Google).
Escrito en VIDA Y ESTILO el

No todo el mundo tiene la suerte de vacacionar en un yate o siquiera de ver uno en su vida. Pero los famosos no tienen estos problemas y a menudo alquilan o compran sus propios yates. Y aquí os traemos un vistazo a las embarcaciones más increíbles.

Flying Fox de Jeff Bezos. Fuente: (Google).

El yate de Jeff Bezos

Tal vez, uno de los yates más increíbles sea el de Jeff Bezos: el Flying Fox, que se traduce a "el zorro volador". Pues sí, los botes también tienen nombres. Y el del empresario es uno de los más impresionantes, ya que cuenta con más de 136 metros de longitud, siendo así uno de los más grandes del mundo.

Esta embarcación puede alojar hasta 22 personas y una tripulación de 50. El Flying Fox cuenta con una gran piscina, y también tiene un cine, un ascensor y, por supuesto, dos helipuertos. Por si esto no fuera suficiente, en la terraza también encontraréis un spa, un gimnasio y un sauna para relajaos.

Rafa Nadal y su Sunreef Power Great White. Fuente: (Google).

Rafa Nadal y su Sunreef Power Great White

Nuestro querido tenista Rafa Nadal también tiene su propio yate. Este se llama "Sunreef Power Great White" y lo ha adquirido con motivo de su cumpleaños número 34 en el año 2020. Este yate cuenta con 28 metros de eslora y 12 de manga.

Nuestro querido tenista Rafa Nadal también tiene su propio yate, el Sunreef Power Great White.

Además, tiene capacidad para doce personas con cuatro camarotes. La suite principal posee dormitorio, escritorio, vestidor, cuarto de baño y balcón. Entre otras comodidades, el yate de Nadal también tiene un bar, barbacoa y piscina de hidromasaje.

Flag de Hilfiger. Fuente: (Google).

La embarcación de Tommy Hilfiger

Como era de esperarse, uno de los diseñadores más famosos del mundo, Tommy Hilfiger también tiene un bote. Su yate llamado "Flag" cuenta con siete camarotes y tiene unos 62 metros de longitud. Hay que admitir que su barco tiene tanto estilo como su firma de ropa.