El hecho de comer por ansiedad es un fenómeno que afecta a muchas personas. Es un impulso irrefrenable de comer, generalmente, alimentos ricos en calorías como dulces o carbohidratos refinados, en respuesta a estados emocionales negativos como son el estrés, la tristeza o la ansiedad, sin estar vinculado con el hambre física.
La ansiedad en la alimentación es más bien una necesidad de aliviar el malestar emocional. Para controlar este aspecto emocional, existen algunos secretos para evitar comer movidos por el aburrimiento o la soledad, entre otras sensaciones.
Uno de ellos es preguntarse, antes de comer, si es hambre de verdad. Según la revista “Pronto”, es importante reflexionar si ha transcurrido el tiempo suficiente desde la comida anterior e identificar si es un impulso o deseo repentino hacia determinados alimentos.
Es importante identificar es solo de un impulso hacia determinados alimentos.
Para controlar la ansiedad al comer, se recomienda llevar un diario que registre durante la semana qué situaciones y momentos nos impulsan a dirigirnos directamente a la nevera y qué tipo de alimentos elegimos para tomar conciencia sobre nuestro vínculo con la comida.
Finalmente, el sitio mencionado aconseja ingerir agua o tomar infusiones antes de comer por ansiedad, lo que ayudará a controlar la compulsión de y “dará tiempo a ver si se trata de un hambre fisiológica”.
Las horas de sueño
Comer por ansiedad tiene múltiples causas. Entre ellas, podemos mencionar la falta de descanso. La revista “Pronto” menciona que este factor “aumenta la apetencia por alimentos dulces y grasos para compensar el cansancio”.
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