Muchas veces consumimos alimentos para satisfacernos a nivel mental, pero puede ser riesgoso para la salud. Un caso común es comer por ansiedad, cuando intentamos llenar lo que nos está pasando con alimentos que no necesitamos en esos momentos.
Comer por ansiedad es uno de los grandes problemas que atraviesa hoy la población mundial y cada día crece más. En este artículo ahondaremos diferentes consejos para gestionar mejor nuestro hambre emocional.
Tome nota en una libreta
Por una semana, registra en una libreta qué situaciones y momentos te hacen comer por ansiedad. Es importante que anotes qué tipo de alimento consumes. Apunta también cuál es la emoción que te embarga antes de este impulso. Al finalizar, haz un análisis para ir mejorando estas situaciones.
Bebe agua o toma infusiones
Antes de lanzarte a comer por ansiedad, opta por beber agua o una infusión. Esto te ayudará a gestionar las ganas de comer y te dará tiempo a ver si se trata de un hambre fisiológica.
Muchas veces consumimos alimentos para satisfacernos a nivel mental, pero puede ser riesgoso para la salud.
Comer en compañía
Consumir la comida mientras disfrutamos de la conversación con un familiar o un amigo favorece a comer más despacio y con menos ansiedad, eso aumenta la sensación de satisfacción.
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