Desde la Universidad de Boston se hizo un estudio que terminó evidenciando que el uso de las redes sociales ha influenciado a las personas a llegar a realizarse cirugías estéticas para mejorar su aspecto de una manera a otra.
De acuerdo a las conclusiones obtenidas por esta investigación, el tiempo que se dedica a las redes sociales tienen una conexión directa con una mayor probabilidad de buscar cambios a través de intervenciones estéticas en busca de alcanzar los ideales que suelen presentarse en el mundo digital.
Este fenómeno sociológico se identificó por primera vez en el 2019 y se conoció como “dismorfia de Snapchat”. El mismo hace referencia al uso de filtros y ediciones fotográficas que aportan a que la persona tenga una percepción distinta de su propia imagen. Esta condición ha llevado a muchos usuarios a buscar cambios físicos con cirugías estéticas.
Los investigadores de la Universidad de Boston se centraron en el análisis del comportamiento de los usuarios que dedican mucho tiempo a las redes sociales. Muchos de ellos siguen a celebridades y suelen consumir contenido con un alto porcentaje de edición y filtrado.
Muchos de ellos siguen a celebridades y suelen consumir contenido con un alto porcentaje de edición.
Vulnerables
Las conclusiones obtenidas por esta investigación marcan que este grupo de usuarios de las redes sociales queda expuesto a la insatisfacción corporal. A partir de este sentimiento, crece la consideración de la persona sobre la consideración de someterse a una cirugía estética.
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