El verano ha llegado con altas temperaturas que han despertado la preocupación de más de un padre a la hora de buscar proteger a sus niños del golpe de calor. El grupo de menores de un año son los más vulnerables ante esta situación.
El golpe de calor en el verano ocurre cuando la temperatura corporal es tan alta que el cuerpo se deshidrata. En algunos casos extremos, puede llegar a ser mortal. El especialista Pere Sala, del Hospital Universitari General de Catalunya, habló con “20Minutos” al respecto.
De acuerdo al profesional de la salud, la excesiva exposición a las altas temperaturas del verano produce un sobrecalentamiento corporal que provoca la pérdida de agua y sales minerales. Esto altera el sistema de regulación térmica del cuerpo, impidiendo que los órganos vitales funcionen de manera correcta.
Entre los síntomas de los niños, se puede presentar mareos, vómitos, fiebre, dolor de cabeza, piel enrojecida e irritabilidad. En los casos más graves se puede llegar hasta a perder la conciencia. También se deben tener en cuenta signos como la fatiga, respiración superficial y rápida o piel seca y muy caliente.
Se deben tener en cuenta signos como la fatiga, respiración superficial y rápida o piel seca y muy caliente.
A cuidarlos
Una forma de evitar esta situación en el verano es ofrecerles a los pequeños hidratación con frecuencia, sin esperar que sean ellos los que la soliciten. En el caso de los lactantes, ofrecer más a menudo la toma de pecho y de agua entre las tomas.
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