Según un informe publicado por el diario "El País", las primeras monedas de pesetas se han vuelto una verdadera joya para los coleccionistas y están alcanzando precios exorbitantes en los mercados internacionales.
Las primeras monedas de pesetas fueron acuñadas en 1869, cuando España adoptó oficialmente el sistema monetario decimal. Estas monedas, con su diseño único y su historia centenaria, se están convirtiendo en un objeto de culto para los amantes de la numismática.
Las primeras monedas de pesetas fueron acuñadas en 1869.
De acuerdo con la información recopilada por el medio, algunas de las monedas más cotizadas son los duros de plata acuñados entre los años 1876 y 1885. Estas monedas, cuyo valor nominal era de cinco pesetas, se venden actualmente por cifras que superan los 500 euros, dependiendo de su estado de conservación y rareza.
Otra de las monedas más buscadas por los coleccionistas es la peseta de oro de 1878, acuñada para conmemorar el centenario del reinado de Carlos III. Según el portal especializado "Numisnorte", esta moneda se ha llegado a vender por más de 10.000 euros, siendo considerada una auténtica pieza de museo.
¿Por qué cuestan caras?
Estos precios exorbitantes se explican por la escasez de estas monedas en el mercado, ya que la mayoría de ellas han sido adquiridas por coleccionistas y museos. Además, su antigüedad y estado de conservación influyen en su valoración, pues las monedas en perfecto estado pueden alcanzar cifras aún más altas. Así pues, si tienes alguna de estas primeras monedas de pesetas en tu álbum familiar, podría ser el momento perfecto para indagar sobre su autenticidad y valor económico. Quién sabe, quizás tengas una pequeña fortuna sin saberlo.