Manuel Díaz "el Cordobés" se erige como una de las personalidades más populares de la escena nacional, lo cual se traduce en un excelente pasar económico. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa en la vida del extorero: su infancia, desveló, fue muy complicada, afrontando severos pesares económicos.
Desde las pantallas de La Sexta, Manuel Díaz "el Cordobés", hoy de 55 años, recordó que a su madre, María Dolores Díaz, cuando él era pequeño, le resultaba casi imposible llegar a fin de mes, razón por la que, con ánimo de que su progenitora no gastara dinero, hizo la comunión por su cuenta en la Iglesia de la Inmaculada de su Córdoba natal.
Complicada infancia
"Me vine solo y comulgué. Le pregunté al sacerdote: 'Ya he hecho la comunión, ¿no?'. Me dijo: 'Pues sí, tú ya has hecho la comunión, hijo'", rememoró el eterno diestro antes de sumar: "Llegué a mi casa y dije: 'Mamá, ya he hecho la comunión. Ya no te preocupes, que no hay que comprar traje ni nada, que la hice solo'".
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El complejo escenario pecuniario que se vivía en su hogar lo llevó a empezar a trabajar a temprana edad. El primer curro de Manuel Díaz "el Cordobés" fue a los 15 años en un lavadero, donde no pagaban demasiado, pero lograba hacerse con buenas propinas. Fue en ese contexto donde lo invitaron a torear por vez primera.
Ni bien recibió la oferta para entrar a las plazas de toros, el esposo de Virginia Troconis no lo dudó ni por un solo segundo, olvidándose de un día al otro del trapo que había aprendido a maniobrar con astucia en el lavadero. Su vida, a partir de ese momento, cambiaría por siempre, sin embargo, Manuel Díaz "el Cordobés" admitió que jamás ha podido olvidar las penurias económicas que afrontó en su infancia y adolescencia.
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