Rocío Flores y su novio, Manuel Bedmar, se han situado una vez más en el ojo de la tormenta. Por medio de quejas y silencios, elevados a la esfera social, han dejado al fin en claro que su lazo pende de un hilo. A juzgar por lo declarado por el joven, las cosas ya no marchan sobre ruedas. Y eso que se reconciliaron hace pocos meses.
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Este fin de semana, Manuel no dudó en recriminarle a su novia por haberlo abandonado, cuando se sentía mal de salud, para irse de fiesta con su tía, Gloria Camila. Le envío una indirecta muy directa. El joven no aguanta más. "Una persona que te cuide cuando estás mal, que mire por ti, no que esté todo el día de fiesta para arriba y para abajo. Para fiestas cualquier persona vale", escribió. Rocío Flores, por cierto, hizo caso omiso al reproche.
A juzgar por sus palabras, Manuel Bedmar no aguanta más.
Ni bien soltado el mensaje, la 'influencer' siguió colgando postales junto a amigos, entre fiesta y fiesta. El silencio de su parte ha sido comprendido como un anuncio de que ella también estaría agotada de Manuel. Se habla de que la aparición pública de Laura Gutiérrez, la muchacha con la que su novio le habría sido infiel, habría horadado por completo el vínculo. ¿No hay vuelta atrás?
Vale recordar, en el marco del ulular de los nuevos rumores acerca de una crisis entre Rocío Flores y Bedmar, que Laura Gutiérrez, en pleno directo del "Deluxe", aseguró haber estado con el muchacho cuando la hija de Rocío Carrasco recurría a los platós de "Supervivientes". Asimismo, indicó que Manuel solía señalar a su novia por ser de lo más controladora.
¿Quiere fama?
Llegó a declarar que Rocío Flores le pedía hacer infinidad de videollamadas por día para, así, saber dónde estaba. Y con quién. Además, aseveró que tenía todos los accesos a los recovecos virtuales de Bedmar y deslizó que el muchacho estaría celoso de la atención mediática que recibe su pareja. También dio a entender que no estaría nada contento de las diferencias económicas entre ambos.