Los aficionados a la jardinería comprenden que el cuidado de las plantas y flores del jardín demanda tiempo y recursos. Aunque la tierra provee nutrientes esenciales para su crecimiento, a veces es necesario complementar con un abono casero para potenciar su desarrollo sin recurrir a productos químicos.
Aquí te compartimos una receta recomendada por expertos en jardinería para preparar un abono casero de forma sencilla y efectiva. Recolecta una cantidad generosa de cáscaras de huevos y déjalas deshidratar en el horno a temperatura baja durante aproximadamente 20 minutos.
Este proceso elimina la humedad y facilita su posterior trituración. Una vez que las cáscaras estén completamente secas y limpias, debes triturarlas hasta obtener un polvo fino. Puedes utilizar un molinillo de café o un mortero de piedra para este fin. Este polvo resultante es rico en proteínas y minerales esenciales para el crecimiento de las plantas.
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El proceso para elaborar este abono casero se completa mezclando el polvo de cáscaras de huevo trituradas con el agua de riego que utilizas habitualmente para tus plantas y flores. La proporción dependerá del tamaño de tu jardinera o maceta, pero como referencia, una cucharada de polvo por cada litro de agua suele ser suficiente.
Beneficios
El abono casero elaborado a partir de cáscaras de huevo proporciona a las plantas y flores los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable de manera natural y orgánica. Además de nutrir las plantas, este abono fortalece el suelo, mejorando su estructura y favoreciendo la retención de agua y nutrientes. Al utilizar ingredientes naturales y reciclables, contribuyes a la reducción de residuos y al cuidado del medio ambiente.
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